Me caigo. Y me levanto. Y me vuelvo a caer. Pero ahora no soy capaz de levantarme. Tú me has pegado fuerte. Has dado el golpe de estado en mi vida. Y aquí me quedo, pensando que, aunque me cure, tus heridas seguirán doliendo. Porque un gran golpe es algo que nunca se olvida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario