Le he cogido el gusto a eso de tener problemas. Básicamente porque TÚ eres mi problema.
No quiero tener que darte explicaciones, ni a ti, ni a nadie. Sabes que me gusta ir por libre.
No me ates, o corto la cuerda.
No me ates, o corto la cuerda.
Nunca he pretendido encasillarme. Ni ser como los demás. Aunque puede que últimamente no lo esté cumpliendo, que digamos. Y mira que yo se lo digo siempre a todo el mundo. ''Cuando menos te lo esperas, cuando crees que todo va en el sentido equivocado... de repente, sucede.'' Pero me contradigo.
Es irónico, fui yo la que prometí que no serías un solo hola, una sonrisa, o un ''perdona, ¿me dejas pasar?''. Pero no. He roto mi promesa.
Es irónico, sí, porque, en quién voy a confiar yo, si ni yo misma cumplo mis promesas.
Es irónico, sí, porque, en quién voy a confiar yo, si ni yo misma cumplo mis promesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario